“Cualquier actividad artística puede ser una puerta abierta hacia la creatividad original, hacia la belleza, hacia la alegría y la expresión directa del alma.”
“El arte libera, es la respiración del alma”
Annie Marquier, La libertad del ser
El mundo actual no crea condiciones de vida óptimas para favorecer el acceso cotidiano al Maestro que reside en el corazón. Es necesario un acto de voluntad consciente para crear un espacio diferente en el interior de uno mismo para percibir el mundo de forma diferente y conectar con el Ser. Por ello, Annie Marquier, en su libro “El maestro del corazón”, nos propone una serie de medios prácticos que nos pueden ayudar a permanecer en contacto con el alma en el día a día y abrir la puerta a la presencia silenciosa de nuestro Ser: el silencio, el contacto con la naturaleza, la soledad, la meditación y la contemplación, la concentración, la interiorización, el sosiego, la belleza, el canto, la danza, soñar… y el arte.
La experiencia de crear mandalas engloba varios de los medios propuestos y además supone una actividad artística fácil y accesible para todos.
Muchos adultos tienen la falsa creencia de que carecen de habilidad para el dibujo y la pintura, manejar un compás les asusta y les recuerda los malos ratos pasados en la infancia ante los difíciles ejercicios de dibujo técnico, pero todos tenemos capacidad creativa y artística, podemos activarla y desarrollarla mediante la práctica y un proceso de aprendizaje adecuado.
Esta es una de las interesantes facetas de la creación o coloreado de mandalas, facilitar el acercamiento a la creación artística de forma fluida y la adquisición de habilidades y técnicas para desarrollar nuestras capacidades creativas en el ámbito plástico, dentro de un marco de evolución y crecimiento personal.
En el camino de conexión con el Ser, no podemos escapar a la aceleración actual del planeta pero podemos aprender a recibirla y gestionarla. Cuando nos encontremos inmersos en la agitación frenética del mundo que nos rodea, debemos frenar, detenernos y disfrutar de la quietud del momento presente; la creación artística es un excelente medio para ello, la realización de mandalas en concreto, constituye una actividad para el día a día que permite estar absolutamente presente en lo que hacemos, conectando con nuestra creatividad, creando silencio interior y abriendo, fácilmente, la puerta de conexión con nuestra alma.
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